Para lograr un buen descanso es preciso que cabeza, cuello y columna vertebral estén alineadas: para eso sirve la almohada. Su objetivo es contribuir a una adecuada postura de la columna, de forma que se relajen los músculos y se pueda favorecer un buen descanso y una buena respiración.  No hace falta decir más para comprender la importancia de escoger bien la almohada, pero la almohada ideal no existe, para escogerla hay que tener en cuenta los hábitos de sueño y la complexión física de cada uno (en especial altura y corpulencia).

¿Cuál es el mejor relleno?

Los más habituales son de pluma, de látex, sintéticos o de espuma

  • Pluma y plumón. Las plumas son de pato o ganso. Las almohadas con relleno de plumas son blandas, se deforman, pero vuelven rápidamente al punto de partida. Este tipo de almohada está más pensado para los que duermen boca abajo..
  • Inteligente Es sintético. Este tipo de almohada ofrece una buena sujeción de la cabeza, lo que la hace muy adecuada para quien duerme de lado o para personas corpulentas. El sintetico admite bien los movimientos.
  • Sintético. Normalmente este tipo de rellenos es de fibra de poliéster. Es una almohada blanda, muy adecuada para personas muy delgadas, para niños y no presenta problemas de alergia. Son económicas.

Cuídala bien

Ya elegida, es importante que cuides bien de tu almohada, alargarás su vida útil, que puede extenderse hasta unos 5 años o mas según la calidad que se elija.

  • Airea la almohada habitualmente: abre las ventanas antes de hacer la cama, y ventilala bien, al aire, una vez a la semana.
  • Dale la vuelta a menudo: así evitarás que se deforme.
  • Compra una almohada lavable: basta con lavarla una o dos veces al año.
  • Usa una funda de protección que, esa sí, deberías lavar cada dos meses (la funda de almohada, lógicamente, cada vez que cambies las sábanas).